La publicidad es un vehículo de comunicación emocional muy potente.

Se acerca una de las épocas más sensibles del año y los mensajes repletos de valores positivos y cargados en contenidos que tocan el corazón. Bien es cierto que el objetivo es vender pero si algo consigue esta publicidad es la atención de los públicos y viralizar emociones.

Cuando los anuncios nos tocan el corazón a través del storytelling disparan la sensibilidad.

Para hoy dos ejemplos.